TIERRA Y LIBERTAD
UNÁMONOS POR SOBERANÍA, DEMOCRACIA,
JUSTICIA SOCIAL Y AMBIENTAL
Multiplicando la corrupción y traicionando sus promesas electorales, Alan García:
· Privatiza puertos y aeropuertos, entregándolos incluso a empresas chilenas, aunque Chile se arme y nos espíe.
· Remata nuestras tierras a trasnacionales mineras y petroleras pasando por encima de los pueblos indígenas, andinos y costeños y malogrando el medio ambiente.
· Firma TLCs que generan crisis industrial y agraria y favorecen a Chile.
· Defiende las “malditas services” y niega los derechos laborales.
· Aplica una política educativa improvisada, anti-magisterial y de desprecio a la educación superior, motivando una nueva huelga docente que ya lleva dos meses.
· Abandona la salud pública y niega la equidad de género, permitiendo que se niegue a las mujeres pobres el acceso a la píldora del día siguiente.
· Recentraliza el presupuesto, recortando fondos a los municipios y destinándolo a su campaña partidarista vía “Núcleos Ejecutores”.
Los resultados desmienten la propaganda del gobierno: ni el analfabetismo ni el hambre han retrocedido y la desigualdad se ha incrementado.
El pueblo peruano no está contento con esta situación. Tres de cada 4 peruanos desaprueban la gestión del gobierno y la política económica. Pero el Grupo Romero y los grandes empresarios la apoyan.
Los movimientos sociales vienen creciendo. Las consultas populares le han dicho no a la minería contaminadora en Majaz - Piura y en Islay - Arequipa. Espinar y Chumbivilcas defienden su agua y sus tierras. El Frente de Defensa de Reque - Lambayeque impidió que la empresa minera Río Tinto construyera su planta. La lucha indígena logró la derogatoria de algunos Decretos del “perro del hortelano” García y hoy AIDESEP mantiene el diálogo evitando caer en la provocación del gobierno.
El gobierno responde encarcelando dirigentes y desatando campañas difamatorias contra los opositores.
Luis Castañeda calla siempre, mientras el Metropolitano cuesta 300 millones más de lo presupuestado y sus congresistas defienden al gobierno.
Keiko Fujimori solo piensa en liberar a su padre, ladrón y asesino; no piensa en el pueblo.
Las peruanas y peruanos queremos un cambio profundo, expresado en una Nueva Constitución.
Queremos Justicia Social, no puede ser que las empresas mineras ganen miles de millones de dólares y los niños peruanos mueran de frío.
Queremos Democracia, no otorongos ni corrupción.
Queremos Defensa de nuestra Soberanía y nuestro Medio Ambiente.
Queremos Estado Plurinacional y respeto y diálogo con las culturas originarias.
Para lograrlo, debemos unir el movimiento social y la lucha política y electoral. Ninguna de las dos, sola es suficiente.
Tierra y Libertad surge con ese ánimo, buscando una nueva forma de organización política, profundamente democrática y descentralista:
Donde todos los dirigentes y candidatos sean producto de elecciones democráticas y sujetos a revocatoria y renovación periódica.
Donde las decisiones en los niveles regionales y locales, sean adoptadas de manera descentralizada, sin digitación.
Donde no entren corruptos ni violadores de derechos humanos ni quienes consideran la lucha armada como un método de acción política.
Bajo estos principios, que son fundamentales si queremos abrir un nuevo rumbo para nuestra patria, llamamos a forjar la más amplia unidad de fuerzas políticas y sociales del pueblo.
UNÁMONOS CONSECUENTES CON LA DEMOCRACIA, LA DESCENTRALIZACION, LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y EL RECHAZO A LA CORRUPCIÓN
UNÁMONOS POR SOBERANÍA, DEMOCRACIA,
JUSTICIA SOCIAL Y AMBIENTAL
Multiplicando la corrupción y traicionando sus promesas electorales, Alan García:
· Privatiza puertos y aeropuertos, entregándolos incluso a empresas chilenas, aunque Chile se arme y nos espíe.
· Remata nuestras tierras a trasnacionales mineras y petroleras pasando por encima de los pueblos indígenas, andinos y costeños y malogrando el medio ambiente.
· Firma TLCs que generan crisis industrial y agraria y favorecen a Chile.
· Defiende las “malditas services” y niega los derechos laborales.
· Aplica una política educativa improvisada, anti-magisterial y de desprecio a la educación superior, motivando una nueva huelga docente que ya lleva dos meses.
· Abandona la salud pública y niega la equidad de género, permitiendo que se niegue a las mujeres pobres el acceso a la píldora del día siguiente.
· Recentraliza el presupuesto, recortando fondos a los municipios y destinándolo a su campaña partidarista vía “Núcleos Ejecutores”.
Los resultados desmienten la propaganda del gobierno: ni el analfabetismo ni el hambre han retrocedido y la desigualdad se ha incrementado.
El pueblo peruano no está contento con esta situación. Tres de cada 4 peruanos desaprueban la gestión del gobierno y la política económica. Pero el Grupo Romero y los grandes empresarios la apoyan.
Los movimientos sociales vienen creciendo. Las consultas populares le han dicho no a la minería contaminadora en Majaz - Piura y en Islay - Arequipa. Espinar y Chumbivilcas defienden su agua y sus tierras. El Frente de Defensa de Reque - Lambayeque impidió que la empresa minera Río Tinto construyera su planta. La lucha indígena logró la derogatoria de algunos Decretos del “perro del hortelano” García y hoy AIDESEP mantiene el diálogo evitando caer en la provocación del gobierno.
El gobierno responde encarcelando dirigentes y desatando campañas difamatorias contra los opositores.
Luis Castañeda calla siempre, mientras el Metropolitano cuesta 300 millones más de lo presupuestado y sus congresistas defienden al gobierno.
Keiko Fujimori solo piensa en liberar a su padre, ladrón y asesino; no piensa en el pueblo.
Las peruanas y peruanos queremos un cambio profundo, expresado en una Nueva Constitución.
Queremos Justicia Social, no puede ser que las empresas mineras ganen miles de millones de dólares y los niños peruanos mueran de frío.
Queremos Democracia, no otorongos ni corrupción.
Queremos Defensa de nuestra Soberanía y nuestro Medio Ambiente.
Queremos Estado Plurinacional y respeto y diálogo con las culturas originarias.
Para lograrlo, debemos unir el movimiento social y la lucha política y electoral. Ninguna de las dos, sola es suficiente.
Tierra y Libertad surge con ese ánimo, buscando una nueva forma de organización política, profundamente democrática y descentralista:
Donde todos los dirigentes y candidatos sean producto de elecciones democráticas y sujetos a revocatoria y renovación periódica.
Donde las decisiones en los niveles regionales y locales, sean adoptadas de manera descentralizada, sin digitación.
Donde no entren corruptos ni violadores de derechos humanos ni quienes consideran la lucha armada como un método de acción política.
Bajo estos principios, que son fundamentales si queremos abrir un nuevo rumbo para nuestra patria, llamamos a forjar la más amplia unidad de fuerzas políticas y sociales del pueblo.
UNÁMONOS CONSECUENTES CON LA DEMOCRACIA, LA DESCENTRALIZACION, LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y EL RECHAZO A LA CORRUPCIÓN
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