martes, 30 de junio de 2009

Perú: La institucionalidad pública en la agenda indígena


Por Jorge Agurto

Los sucesos de Bagua han confirmado que uno de los graves problemas del país es la ausencia de canales institucionales de diálogo y concertación entre el Estado y los Pueblos Indígenas. No solo se trata de que tales canales en la práctica no existen o funcionan, sino que se desnaturalizan por la falta de visión y voluntad política de los gobernantes de turno.Además de la derogatoria de los decretos legislativos que lesionan los intereses colectivos de los pueblos indígenas una de las demandas que el movimiento indígena amazónico debe retomar es la propuesta de una institucionalidad pública adecuada para el tratamiento de sus problemas y planes de desarrollo.
La Resolución Suprema 117-2009-PCM que crea el Grupo Nacional de Coordinación para el Desarrollo de los Pueblos Amazónicos y le concede tres días para elaborar el “Plan integral de desarrollo sostenible para dichos pueblos, en los ámbitos de educación, salud, titulación, formalización de tierras y medidas necesarias” es una broma de mal gusto porque es imposible elaborar en serio un plan de dicho alcance en este lapso de tiempo.La mejor experiencia de diálogo y concertación entre el Estado y los Pueblos Indígenas fue la que se produjo durante el corto gobierno de Valentín Paniagua.
Fue precisamente, gracias a una iniciativa de las organizaciones indígenas de la selva central, que se expidió el Decreto Supremo 015-2001-PCM que constituyó la Comisión Especial Multisectorial para las Comunidades Nativas.Uno de los valores esenciales de esta comisión es que estuvo conformada no por “simples representantes” del Ejecutivo -como en el actual Grupo Nacional- sino por los propios ministros de Estado. Este dato es muy importante porque asegura el compromiso del sector en el trabajo y resultados de la comisión. El D.S. 015-2001-PCM dispuso además una Mesa de Diálogo y Cooperación con los representantes de las Comunidades Nativas.El resultado del trabajo de esta Mesa de Trabajo fue el Plan de Acción para Asuntos Prioritarios para las Comunidades Nativas, extraordinario documento que recoge los problemas y soluciones en ocho temas claves:
Derechos de propiedad de la tierra y la seguridad de las comunidades nativas de la amazonía.
Ampliar la educación intercultural bilingüe a todas las comunidades nativas y en todos los niveles: inicial, primario, secundario y superior.
Construir un sistema de intercultural de salud y ampliar la cobertura de la salud pública entre las comunidades nativas.
Construir condiciones de paz y seguridad para las comunidades nativas de la selva central.
Asegurar la participación de los pueblos indígenas en el manejo y en los beneficios de las áreas naturales protegidas.
Garantizar el acceso, uso y participación en los beneficios por parte de las comunidades nativas en el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales de su entorno y la prevención de daños ambientales y sociales negativos.
Proteger a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario.
Respetar y proteger los conocimientos colectivos de los pueblos indígenas.
El Plan de Acción fue presentado oficialmente por Carlos Amat y León, Ministro de Agricultura y Susana Villarán de la Puente, Ministra de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano, y publicado como separata especial en el diario oficial El Peruano el 24 de julio de 2001.Restando pocos días para que finalice el mandato del gobierno transitorio Valentín Paniagua expidió el Decreto Supremo 072-2001-PCM, publicado el 23 de junio de 2001, mediante el cual crea la Mesa de Diálogo Permanente para la Solución de los problemas de las Comunidades Indígenas de la Amazonía Peruana.En el diseño de la Mesa de Diálogo Permanente también se considera la participación de siete ministros de Estado, el Defensor del Pueblo y los representantes de las organizaciones indígenas de la amazonía peruana. Esta mesa tenía como uno de sus objetivos “evaluar la aplicación del Plan de Acción” resultado del D.S. 015-2001-PCM, establecer “Mesas de Diálogos Regionales” y elaborar y proponer “el Plan Integral para el Desarrollo de las Comunidades Nativas, coordinando su aplicación”.Nunca en su historia los pueblos indígenas amazónicos habían avanzado tanto y en tan poco tiempo en su relación con un Estado tradicionalmente excluyente. El anuncio de la llegada de un indígena a Palacio de Gobierno -indígena al menos por los rasgos físicos no por la ideología- despertó las mayores expectativas en el movimiento indígena quienes pensaron que en el nuevo gobierno de Alejandro Toledo se lograría avanzar aún mucho más. Lamentablemente, sucedió todo lo contrario.
La decepción del Modelo Eliane Karp-Conapa-Fundación Pacha
El gran error del gobierno de Toledo en el manejo del tema indígena amazónico es un defecto que suele caracterizar a los que asumen una nueva responsabilidad de gobierno. Desprecian todo lo realizado por el gobierno anterior y piensan que la historia se inicia con ellos. En plena ceremonia de juramentación de Toledo líderes indígenas como Guillermo Ñaco Rosas, entregaron en sus manos el Plan de Acción trabajado con Paniagua con la esperanza que sería el cimiento de una nueva fase superior de trabajo.Pero Toledo tenía otros planes. Dejar todo el manejo indígena en manos de su esposa Eliane Karp, para la que creó la Comisión Nacional de los Pueblos Andinos y Amazónicos (CONAPA).
La CONAPA, en términos institucionales fue una gran estafa, hecha únicamente para satisfacer a la primera dama. La CONAPA nunca dejó de ser una simple “comisión”, sin personería jurídica pública, sin presupuesto, y más bien fue una fachada para que Karp intente promover una entidad de carácter privado: la Fundación Pacha para el Cambio. La crisis de la CONAPA, agudizada por personal ineficiente como César Álvarez o Hilda Zamalloa, subordinados en todo a los caprichos de la señora Karp, desencadenó su disolución, en medio de críticas por los elevados sueldos de funcionarios ineficientes.


El nacimiento del Indepa

La creación de un organismo público descentralizado, con rango ministerial, autonomía y pliego presupuestario propio nace del propio movimiento indígena. La propuesta de un modelo superior a la CONAPA fue aprobada en la Consulta Indígena sobre la Reforma Constitucional realizada del 12 al 14 de abril de 2003 y fue avalada por AIDESEP, CONACAMI, CONAP y COICAP entre muchas otras organizaciones indígenas andinas, amazónicas y afro peruanas. Incluso AIDESEP reprodujo la propuesta para difusión al interior de sus bases.Convencer a las diversas bancadas -entre ellas a la aprista- acerca de la necesidad de disolver la CONAPA y crear, lo que por entonces empezó a denominarse INDEPA, no fue fácil. Algunos pensaban erróneamente que Eliane Karp se iba a fortalecer con el INDEPA, pero cuando entendieron que al ser éste un organismo público podría ser fiscalizado y que por la ley de nepotismo Eliane no podría ser parte de él, dieron su asentimiento. Lamentablemente, la influencia de Eliane y su personal de confianza nunca permitieron hacer un trabajo serio y productivo. La única esperanza era que esta gente se vaya, pero lo más pronto.
El APRA y el Indepa
A pesar de la larga trayectoria histórica del APRA Alan llegó al gobierno sin una propuesta clara de qué hacer con el tema indígena. El primer responsable del Indepa fue nada menos que Manuel Figueroa Quintana, alto dirigente nacional del Partido Aprista y congresista por el Cusco durante el periodo 2001-2006.Al ser nuevo en el cargo el Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos tuvo la gentileza de realizar una visita a su despacho para ofrecerle su colaboración en el tratamiento de la agenda indígena. Figueroa prometió convocar a todas las instituciones y organizaciones no gubernamentales a una reunión de coordinación que nunca se realizó. Al poco tiempo dejó el cargo a un funcionario aprista menor y actualmente se desempeña como Secretario de Coordinación de la Presidencia del Consejo de Ministros y, aunque parezca paradójico, funge de Jefe de la Unidad de Prevención de Conflictos de la PCM.Es muy posible que su apreciación del tema indígena durante su paso por el INDEPA haya influido en la posterior decisión del gobierno de eliminar esta entidad, decisión tomada por el Presidente Alan García Pérez el 22 de febrero de 2007 mediante el Decreto Supremo 001-2007-MIMDES, suscrito con la Ministra de la Mujer y el Desarrollo Social. Es decir, mediante un simple decreto borraron de un plumazo la Ley que crea el Indepa y que fue resultado de un consenso multipartidario.
Conclusión
Ha sido poco lo que ha obtenido el movimiento indígena de parte del Estado, y lo poco que ha conseguido ha sido producto de su lucha y movilización directa. Que no se rasguen las vestiduras aquellos que acusan a los indígenas amazónicos de rebeldes y violentos. Si algo hay que censurar es la miopía y la sordera de las autoridades del gobierno.Yehude Simon, quién se juega las últimas cartas de su permanencia en la Presidencia del Consejo de Ministros, tiene la oportunidad de promulgar un decreto que restablezca e institucionalice mejores niveles de diálogo entre el Estado y los Pueblos Indígenas.Por lo menos una Mesa de Diálogo Permanente de alto nivel, que comprometa directamente a los Ministros de Estado, que esté adscrita a la Presidencia del Consejo de Ministros y cuyos compromisos tengan un carácter vinculante. Asimismo, disponer que se reestructure el INDEPA, con transparencia y la participación de las organizaciones indígenas, para que esté conformada por personal profesional y técnico idóneo que trabaje a favor de los pueblos indígenas y no que sirva únicamente para dar trabajo a los “compañeros del partido”.

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